Descansa en paz, Indalecio; con la misma paz que transmitías
¡Cómo se pasa la vida y cómo se viene la muerte tan callando! Versos viejos que nos recuerdan la brevedad del ser. Para qué otros si los que están bien dichos valen siempre. ¿Tanto tiempo hace que se jubiló Indalecio? ¿Tanto desde que lo vimos por última vez con su mujer, cogidos de la mano, con aquel caminar lento para sentir densamente la calle? ¿Cuánto tiempo hace desde que nos preguntó por la salud, por cada uno de los compañeros, por la radio, por la tele, por el periódico…?